Y hablando de ocasos...
12 de julio
Sin querer nos conocimos, nos estudiamos, nos "vimos", nos escuchamos, nos gustamos, nos enamoramos, nos separamos, nos amamos, nos dijimos adiós. Sin querer.
13 de julio
Activa, necesito un nuevo norte. Uno blandito, confiable, previsible, previsor. Que cueste poco mantenerlo. Que tenga aire... y tiempo. Que tenga estrellas y tiempo para manualidades. Y que tenga hogar a leña y pantuflas. Y alas. Que de vez en cuando me suba a algún avión. Que me permita ocuparme de mis hijos. Que lo pueda mostrar. Que de frutos.
14 de julio
Arreglar la casa. Si tuviera la casa arreglada, viajaría con papá. Tomaría un mes para mí. Buscaría un campo. Cambiaría de casa. La que está desarreglada...
16 Noviembre
Sol, playa, pasto debajo de mis pies. Y una hamaca. Me gustaría vestir de blanco y llevar sombrero de ala ancha. y unas cintas. Hacer un bizcochuelo y tomar mate en la galería. Con el ruido del mar. Las olas acompasando el aire y el tiempo paciente que nos deja pasar...
Como dice Serrat "sería fantástico no pasar de largo (y servir para algo)"
Y las gaviotas se presentan como símbolos de libertad y con ansias de aprendizajes misteriosos. Y el olor a mar se confunde con los aromas de las lilas en flor que hacen de techo en la galería. El cielo se encariña con ellas y va tomando su color. Pasa de azul celeste, a violaceo y rosa y luego anaranjado.
Miro la hora. Es tiempo de entrar.
Enero
Todas las valkirias nacían hadas... continuará
Siempre prefiero que se entienda. Por eso escribo. El blog guarda cosas que el tiempo logra resignificar, es mágico.
lunes, 31 de marzo de 2014
Mi mirada de Abril
Abril es un mes bonito para todos. Suena a primavera y -por estas latitudes-se viste de otoño. Otoño que renueva. Y es mi mes. No por haber nacido, simplemente Abril es mi mes.
Cambio pisadas descalzas en el pasto por botas en las hojas secas. Cambio sábanas de sol por acolchados de plumas. Cambio amor en el jardín por medias tibias. Cambio
Preparo como el fénix mi cercano fin, con la serenidad de renacer una vez más, nueva, fresca, brillante. porque sin renovación no habría vida, y sería la verdadera muerte.
Abril me llama a pensar en golondrinas, a exilio, a huida, a canto de libertad.
Abril, con la "a" de abierto, abril luminoso, despejado, sano, inicio, nuevo.
Ruiditos de arroyo que golpean piedritas, últimas flores de campo, olor a madreselvas, primeras leñas apiladas, galerías de atardeceres sin fin.
Rosa o azul celeste o anaranjado el ocaso y mi mirada fija, alli, en el fondo de un abril de sueños.
Cambio pisadas descalzas en el pasto por botas en las hojas secas. Cambio sábanas de sol por acolchados de plumas. Cambio amor en el jardín por medias tibias. Cambio
Preparo como el fénix mi cercano fin, con la serenidad de renacer una vez más, nueva, fresca, brillante. porque sin renovación no habría vida, y sería la verdadera muerte.
Abril me llama a pensar en golondrinas, a exilio, a huida, a canto de libertad.
Abril, con la "a" de abierto, abril luminoso, despejado, sano, inicio, nuevo.
Ruiditos de arroyo que golpean piedritas, últimas flores de campo, olor a madreselvas, primeras leñas apiladas, galerías de atardeceres sin fin.
Rosa o azul celeste o anaranjado el ocaso y mi mirada fija, alli, en el fondo de un abril de sueños.
sábado, 8 de marzo de 2014
No te enamores
Inspirada en el hermoso poema de Martha Rivera Garrido, escritora, me he atrevido a dar una respuesta.
No te enamores de un hombre que sabe lo que quiere, y que lo hace sin llamar tu atención para que
apruebes cada una de sus pequeñas decisiones. Ni de un
hombre que tiene su vida resuelta y que no te necesita para armar su tiempo
libre, su casa, decorar su living, educar a sus pequeños, lidiar con la familia.
Ten cuidado de aquel que realza la belleza, se emociona con la aventura y toma
todas las oportunidades para vivir la vida intensamente. No te enamores si te enreda en optimismo, te molesta
con variados proyectos y ves
que su visión simple de las cosas te permite relajar y observar sus éxitos. Ten
mucho cuidado de los que piensan y actúan
por sí mismos, sin indicar lo que habría que hacerse, o peor aún lo que habría
de haberse hecho. Si ven soluciones en
todos los problemas, y no al revés. No hay nada más peligroso que un hombre al que le alcanza una idea, y no necesita una lista exacta
de instrucciones. Y los que no se detienen. No
te mezcles ni un segundo con un hombre
sensible, que distinga las cosas que valen la pena ser vistas, y sienta las que
vale la pena ser sentidas. Ni que tenga una opinión formada, donde jamás lo escuches repetir
teorías de otros. Que haga el bien aunque nadie lo esté mirando, y que se
muestre imperfecto, sin ninguna intención de ser lo que no es. No
te enamores de quien disfruta de la compañía y luego disfruta con la misma
pasión del silencio, de un café de frente a una montaña. Para quien la vista aún desde una ventana es
infinitamente mejor que la televisión. Ni se te ocurra enamorarte de un hombre
que te distinga del resto por lo que sos y se acerque espontáneamente a
contártelo, fresco, tranquilo, risueño, adorable. Y saque lo mejor de vos. Que sepa qué botones tocar. Y sin reclamos. Yo te
lo digo porque se, con seguridad, que de ese hombre jamás se regresa.
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