lunes, 31 de marzo de 2014

Imagenes variadas

Y hablando de ocasos...

12 de julio


Sin querer nos conocimos, nos estudiamos, nos "vimos", nos escuchamos, nos gustamos, nos enamoramos, nos separamos, nos amamos, nos dijimos adiós. Sin querer.

13 de julio

Activa, necesito un nuevo norte. Uno blandito, confiable, previsible, previsor. Que cueste poco mantenerlo. Que tenga aire... y tiempo. Que tenga estrellas y tiempo para manualidades. Y que tenga hogar a leña y pantuflas. Y alas. Que de vez en cuando me suba a algún avión. Que me permita ocuparme de mis hijos. Que lo pueda mostrar. Que de frutos.

14 de julio

Arreglar la casa. Si tuviera la casa arreglada, viajaría con papá. Tomaría un mes para mí. Buscaría un campo. Cambiaría de casa. La que está desarreglada...

16 Noviembre

Sol, playa, pasto debajo de mis pies. Y una hamaca. Me gustaría vestir de blanco y llevar sombrero de ala ancha. y unas cintas. Hacer un bizcochuelo y tomar mate en la galería. Con el ruido del mar. Las olas acompasando el aire y el tiempo paciente que nos deja pasar...

Como dice Serrat "sería fantástico no pasar de largo (y servir para algo)"

Y las gaviotas se presentan como símbolos de libertad y con ansias de aprendizajes misteriosos. Y el olor a mar se confunde con los aromas de las lilas en flor que hacen de techo en la galería. El cielo se encariña con ellas y va tomando su color. Pasa de azul celeste, a violaceo y rosa y luego anaranjado.

Miro la hora. Es tiempo de entrar.


Enero

Todas las valkirias nacían hadas... continuará

Mi mirada de Abril

Abril es un mes bonito para todos. Suena a primavera y -por estas latitudes-se viste de otoño. Otoño que renueva. Y es mi mes. No por haber nacido, simplemente Abril es mi mes.


Cambio pisadas descalzas en el pasto por botas en las hojas secas. Cambio sábanas de sol por acolchados de plumas. Cambio amor en el jardín por medias tibias. Cambio

Preparo como el fénix mi cercano fin, con la serenidad de renacer una vez más, nueva, fresca, brillante. porque sin renovación no habría vida, y sería la verdadera muerte.

Abril me llama a pensar en golondrinas, a exilio, a huida, a canto de libertad.

Abril, con la "a" de abierto, abril luminoso, despejado, sano, inicio, nuevo.

Ruiditos de arroyo que golpean piedritas, últimas flores de campo, olor a madreselvas, primeras leñas apiladas, galerías de atardeceres sin fin.

Rosa o azul celeste o anaranjado el ocaso y mi mirada fija, alli, en el fondo de un abril de sueños.

sábado, 8 de marzo de 2014

No te enamores



Inspirada en el hermoso poema de Martha Rivera Garrido, escritora, me he atrevido a dar una respuesta.

No te enamores de un hombre que sabe lo que quiere,  y que lo hace sin llamar tu atención para que apruebes cada una de sus pequeñas decisiones. Ni de un hombre que tiene su vida resuelta y que no te necesita para armar su tiempo libre, su casa, decorar su living, educar a sus pequeños, lidiar con la familia. Ten cuidado de aquel que realza la belleza, se emociona con la aventura y toma todas las oportunidades para vivir la vida intensamente.  No te enamores si te enreda en optimismo, te molesta con variados proyectos  y ves que su visión simple de las cosas te permite relajar y observar sus éxitos. Ten mucho cuidado de los que  piensan y actúan por sí mismos, sin indicar lo que habría que hacerse, o peor aún lo que habría de haberse hecho.  Si ven soluciones en todos los problemas, y no al revés. No hay nada más peligroso que un hombre al que le alcanza una idea, y no necesita una lista exacta de instrucciones. Y los que no se detienen.  No te mezcles ni un segundo  con un hombre sensible, que distinga las cosas que valen la pena ser vistas, y sienta las que vale la pena ser sentidas. Ni que tenga una opinión formada, donde jamás lo escuches repetir teorías de otros. Que haga el bien aunque nadie lo esté mirando, y que se muestre imperfecto, sin ninguna intención de ser lo que no es. No te enamores de quien disfruta de la compañía y luego disfruta con la misma pasión del silencio, de un café de frente a una montaña.  Para quien la vista aún desde una ventana es infinitamente mejor que la televisión. Ni se te ocurra enamorarte de un hombre que te distinga del resto por lo que sos y se acerque espontáneamente a contártelo, fresco, tranquilo, risueño, adorable. Y saque lo mejor de vos. Que sepa qué botones tocar. Y sin reclamos.  Yo te lo digo porque se, con seguridad, que de ese hombre jamás se regresa.