Desenredo

Desenredo las ideas de mi cabeza. Busco continuamente soluciones alternativas.
Locas algunas, no me extraña de mi, ni a nadie. Busco sentimientos auténticos,
también inútilmente las razones. Desecho lo socialmente aceptado... Me guardo mis razones. Alcanzan.

Hay mucho incierto. Por primera vez, no se.
No se con seguridad qué hacer o cómo hacerlo, no puedo guiar a nadie.
Me muevo por instinto, con el sentimiento a flor de piel.
A los tumbos, errante, si... también humana...
cada vez más humana.

No es lo esperado, una madre siempre sabe,
siempre guía, siempre sale adelante.

Bueno, hoy me tomo el tiempo, las dudas y los errores,
todos juntos, acumulados. Tengo crédito!


Claramente, armé, construí.
Claramente, voy a volver a armar, a construir.
Con el mismo gran amor que siempre le pongo a las cosas.
Y con la pasión que me caracteriza.

Y lejos de molestarme, me cosquillea feliz la idea de volver a construir.

Desvestirme

Mi ropa más vieja
es un traje de madre.

Lo mismo mi mochila,

no pesada.

Unos 17 años -seguro más-

alcanzaron para pegarlos a mi piel.

Mi corazón vestido así

llena todo mi pecho de amor
a la gente que quiero, y
a mi misma,

y sigue creciendo
a un ritmo parejo, acelerado.

Infinitos espacios de confianza,

de familia, de hospedaje, de alegría,

forman la campana,

en la que mi traje

sostiene todo.

Me mantuvo buena, generosa,

querida, querendona,

soñadora, protegida,

inocente, casi pura,

agradecida.

Guarda también en su interior

a la mujer, que vive

debajo de todas esas telas de madre.

La oportunidad de ser

mujer,

antes que madre,

es la que me hace desvestirme,

descolgar esa mochila,

compartirla.

La luz de las 10 de la mañana

Entro tarde a trabajar.

Y veo la ciudad con la luz de las 10 de la mañana, cosa que no me pasa nunca.
Pienso en todas las cosas que suceden mientras trabajo, y que me pierdo.
Increíble.

La sensación de pasar por un tubo o embudo diariamente, que hace los días iguales, cambia por la sensación de que hay cosas que deje de ver, aspectos que no supe descubrir, detalles que no supe interpretar. Cosas nuevas, distintas, prometedoras.

Paraíso presente

"Que el deseo no este alto
inalcanzable
que no sea la ilusión de lo intocado
la antesala de lo que no sucederá
el pimpollo cerrado en rosal
de la casa del vecino.

Odio la magia
de lo que no tendremos nunca

Que sea lo que es
lo que hay
lo que se toca
fuerte y deseante
no por extraño
y extranjero
sino por conocido
y propio.

Que el deseo sea una flor
abierta
llena de vida
no en el cielo
sino aquí mismo.
Y que cuando marchite
nazca otra. "


Gisela Galimi

Validación número 10

V10: No te olvides de pensar en vos. No me olvido de pensar en mi.

Poniendo foco

En el próximo tiempo voy a ocuparme de algunas cosas que tenía abandonadas:

• Mis finanzas están quebradas, así que voy a cambiar de trabajo en breve. O vendo el auto...mm
• Mi hijo Pedro está en una etapa importante de su vida y me requiere, así que voy a estar más con él.
• Mi casa tiene bastantes cosas que necesitan mantenimiento, así que se viene un plan de mejoras.
• Tengo que cuidar mi salud, trabajar menos. Veremos cómo logro esto.
• Decidir finalmente qué hago con Bummel, si lo continúo o lo vendo.

Ufa! y estoy tan cansada....

No se negocia, No se mide

Para personas como yo, criadas por "hadas madrinas" más que madres y abuelas, sólo existe el dar. Dar sin esperar nada a cambio. Lo que se suele escuchar, y parece trillado... en mi caso fue y es la única manera de amar. Nunca tuve verdadera conciencia de esto hasta ahora.

Después de analizarme un poco en mi soledad, me di cuenta de muchas cosas.

En "Dar" reside mi felicidad.

"Recibir" es algo que puede suceder, y por supuesto es agradable. Sin embargo depende de otros, forma parte del ambiente que me rodea, dificilmente influenciable por mi. No es lo que me moviliza a dar. Yo doy por el placer que me causa hacerlo.

"Exigir" en cambio, nunca formó parte de mi, ni de mi entorno. Ni no va a formar nunca. No me hace bien y admito que no lo proceso bien tampoco.

Y no es escuela, ni terapia. Es haberme dado cuenta de una diferencia más de las que tengo.
En muchos aspectos me siento diferente que el resto. Hay gente como yo, por supuesto, pero en esto creo que somos los menos. La gente en general mide más, espera más, y sin querer también exige.

El amor no trabaja por conveniencia... no se mide en actos o valores... no se escatima... no se negocia...

No se mide.



Pero es que esa soy yo, como decir... es todo lo que hay...

Lo que hace el amor cuando no está

Me frunce el seño,
me pierde la mirada,
apreta los músculos que rodean los pulmones,
y me deja sin aire.
Completa mis ojos con agua
con mínimos detalles,
Se extravía el sentido
que pudiera tener levantarse,
salir, enfrentar, decidir, sentir...
Todo pierde sentido.

Gracias

Hoy sin campana

De nuevo sin campana.

Habiéndolo probado, estoy en condiciones de asegurar que no es lo que me gusta. Me gusta apretadito, protector, protegido, confiable, familiar. Acampanado conmigo.

Hay momentos para todo

Hay momentos para todo. No siempre es facil distinguirlo, no es lineal, nunca predecible.
Hay momentos para crecer y momentos para achicarse
Hay momentos para retroceder y momentos para animarse a más
Los hay para quedarse quietitos y observar
y también los hay para juntar fuerzas, crear defensas y enfrentar al mundo
Hay momentos para esperar.
Hay momentos para buscarse un lugarcito.
Hay momentos para compartir.
Y hay momentos para hacer lo que queremos,
y ese es mi momento.


Es importante saberlo, porque el tiempo pasa igual.