martes, 28 de junio de 2011

Tandil

Lo primero que me sedujo fue la vista de las sierras y el aire limpio, la tranquilidad y la paz del lugar.
Los caminos de Tandil resultaron super cómodos para cualquier medio de transporte, recorridos a pie, en bici o en auto son increíbles paseos. Tres días quedan algo cortos para recorrer las bellezas del lugar.
Desde el alojamiento en apenas 600 m me encontré al pie de la sierra, por camino de ripio nivelado, luego nos subimos al sendero, rústico, desparejo con vegetación típica de montaña, espinillos, arbustos secos y flores salvajes. El suelo alterna roca y pasturas de animales, desafía por momentos con alturas y luego requiere resistencia para dominar la subida y la respiración. Los descansos se aprovechan para admirar una vista libre de los terrenos de la zona, la ciudad y las laderas de las sierras.
Subimos en dos horas de franco esfuerzo mientras ganábamos altura y con la adrenalina de abrir nuevos caminos. La bajada también resultó un esfuerzo y fue muy pintoresco seguir los caminos de los animales, cabras, ovejas, caballos, vacas del lugar.
El clima en pleno invierno de junio fue benigno, fresco en la cara, pero con buen abrigo fue perfecto para realizar nuestro entrenamiento. Vamos a seguir con otros cerros, pero de este tendremos siempre un recuerdo imborrable.
Lo completó un paseo en bicicletas también inolvidable en una ciudad que vale la pena visitar.
Gracias Muri y equipo.