domingo, 25 de enero de 2009

Grandes enseñanzas

Voy a parar un poco en este momento para hacer otro agradecimiento.
Hay dos grandes cosas que me dijo mi padre de peque, que supe seguir y pero que ahora de adulta recién entiendo y valoro realmente sus palabras.
Una tiene que ver con amar de verdad, como lo digo yo. No me estaba hablando directamente de ese tema, pero me dijo: "Respeto tus razones, porque son las tuyas. No necesito comprenderlas, ni siquiera conocerlas, con que sean las tuyas, basta para mi." Para mí eso es de una sabiduría profunda, y de un extremo respeto hacia el otro. Fue de padre a hija, pero creo que vale en todo tipo de amor. Significa querer al otro tal y como es, y valorar cada una de sus decisiones. Alienta, acompaña y da las personas más seguridad que cualquier promesa.
La otra tiene que ver casi con lo mismo, pero fue en muy diferentes circunstancias y por diferentes razones. Me hizo un pedido y a la vez, me hizo pensar "en grande", a los tempranos 8 años. Me dijo, "espero de vos, que formes tu propia opinión sobre las cosas. Vas a escuchar muchas cosas a lo largo de tu vida, pero lo que quiero es que formes tu propia opinión. No la de tu madre, no la mía, ni la de nadie. Vos tenés que tener TU propia opinión, formarla con lo que vos realmente pensás. No tomes nada de lo que oigas sin pasarlo por tu propia conciencia. Eso es lo que espero de vos." Cuánta responsabilidad... y a la vez, cuánta herramienta, y por último cuánta confianza en mí, porque el supo que yo sabría hacerlo!
Y acá ando por la vida, amando, respetando y formando mis propias opiniones, cosa que nunca dejé de hacer, ni de agradecer.

sábado, 24 de enero de 2009

El poder de las palabras (extracto)


"Todo aquello que crees que puedes hacer lleva un sí encerrado en alguna parte, generalmente pronunciado por un progenitor o un maestro en el pasado lejano. Todo aquello que crees que no puedes hacer lleva un no escondido, proveniente de las mismas fuentes"

encontré este texto que me encantó y me hizo acordar a mi "madre Merlin". Lo extiendo acá abajo
"El joven Arturo tardó mucho tiempo en reconocer plenamente que había sido educado por un mago. Merlín lo había llevado al bosque a las pocas horas de nacido y sólo muchos años después, al regresar al mundo, comprendió la curiosidad que generaba su asociación con un mago.

“Si realmente conociste a Merlín”, le decía la gente (aquellos que se tomaban la
molestia de pensar que el muchacho no estaba simplemente loco), “¿qué hechizos te enseñó?”
“¿Hechizos?”, preguntaba Arturo.
“Encantamientos, conjuros, las palabras mágicas de las que Merlín obtiene su poder”, decían, pensando que Arturo debía ser muy tonto o estar en algún estado de delirio.
“Merlín si me hablaba acerca de las palabras”, decía Arturo lentamente, reflexionando sobre la pregunta. “Me decía que las palabras tienen poder, que cubren los secretos de la misma manera que las trampas cubren los pasadizos subterráneos.
Tal explicación sonaba muy bien, pero no bastaba para aplacar la curiosidad de la gente. Todos querían saber cómo funcionaban en realidad los hechizos de Merlín.
“Bueno”, contestaba Arturo, “cuando yo era un bebé, recuerdo que Merlín me dijo ‘Come’. Cuando fui un poco mayor, me dijo ‘Camina’, y si me quedaba despierto hasta muy tarde, me decía ‘Duerme’. Hasta donde sé, he venido comiendo, caminando y durmiendo desde entonces, de manera que esas palabras debieron ser conjuros muy poderosos, ¿no están de acuerdo?” Nadie lo estaba. Todos se iban cavilando si ese muchacho estúpido adoptado por Sir Ector llegaría a ser alguien algún día."

El poder de las palabras no radica en su significado superficial sino en sus cualidades ocultas. Toda palabra, por ejemplo, encierra a la vez conocimiento e intención. Estas dos cualidades son mágicas. La magia del conocimiento es que en unas pocas sílabas es posible reunir muchas capas de experiencia — de hecho, toda una historia. [...]

El buen estudiante evocará las asociaciones de éxito y alabanza, mientras que el mal estudiante verá imágenes de fracaso y crítica. Toda nuestra vida está metida dentro de nosotros en forma de huellas que son activadas por las palabras. “Los mortales están envueltos en palabras, de la misma manera en que las moscas quedan atrapadas en la tela de la araña”, afirmaba Merlín. “Sólo que en su caso son a la vez araña y mosca, porque se aprisionan dentro de su propia tela”.[...]

“La paradoja de las palabras”, dijo Merlín, “es que se deben utilizar para crear disciplina y entrenamiento. Caminar, hablar, leer, todas éstas son funciones de las cuales carece un bebé. La madre y el padre deben encargarse de educar al niño acerca de las cosas del mundo, lo cual hacen por medio de palabras.
“El problema es que las palabras también tienen significados psicológicos. A través de las palabras los padres hacen que los niños se sientan bien o mal, buenos o malos. Las expresiones más poderosas que cualquier persona puede utilizar son el sí y el no. El efecto de estas dos sílabas puede levantar fronteras o eliminarías.

Todo aquello que crees que puedes hacer lleva un sí encerrado en alguna parte, generalmente pronunciado por un progenitor o un maestro en el pasado lejano. Todo aquello que crees que no puedes hacer lleva un no escondido, proveniente de las mismas fuentes”.

“¿Eso por qué es una paradoja?”, preguntó Arturo.
“Porque aunque las palabras nos dicen quiénes somos, de todas maneras somos MÁS de lo que ellas pueden expresar. Independientemente de cuán poderoso sea el conjuro de las palabras, las personas pueden cambiar. El poder de las palabras puede crear algo nuevo, no sólo un límite”.

Pero aquí hay un misterio más profundo. Las palabras encierran a la vez conocimiento e intención; por lo tanto, enmarcar una intención en palabras es el primer paso para cerciorarse de que se haga realidad. Dos buenos ejemplos de esto son la oración y la afirmación. Afirmar cosas como “Soy bueno”, o rezar a Dios diciendo “Permite que me cure”, son actos que van mucho más allá de la simple expresión verbal de un pensamiento.
Siempre que una palabra está respaldada por una intención, entra en el campo de la consciencia en forma de mensaje o petición. El universo está siendo notificado de que tenemos un determinado deseo. No se necesita más que eso para que los deseos se hagan realidad, porque la capacidad de ejecución de la consciencia universal es infinita. Todos los mensajes son escuchados y obedecidos.
“Los mortales y los magos no son tan distintos como piensas”, dijo Merlín. “Ambos envían sus deseos al campo esperando una respuesta, pero en el caso de los mortales, los mensajes son confusos y enredados; en el caso de los magos, son transparentes como el cristal. Aunque jamás se hace caso omiso de una intención, puede haber obstáculos para su realización considerando la cantidad de conflictos que se encierran en ella, todos los conflictos presentes en el corazón humano”.

Después de leer este pasaje me vino a la mente un pensamiento muy extraño pero muy significativo. Mi madre actuó sobre mi mente como Merlín sobre Arturo. Nunca tomó la postura ni se presentó como gran maestra de nada. Sin embargo, en cada gesto, en cada palabra y en cada intención, me ha dado increíbles herramientas espirituales y seguridad en mi misma que me sirvieron toda la vida. Con el ejemplo y la palabra me dotó de hermosos mensajes como el que transcribí acá y que me hizo feliz encontrar. Hasta hace poco no me había metido en temas de espiritualidad e interior, y sentí que me faltaban. Hoy pienso que siempre estuvieron ahí, tan tranquilamente como mi madre me los entregó.

Lo bueno de esto, es haberme dado cuenta de sus mejores regalos. Gracias.

viernes, 23 de enero de 2009

Voy a comprarme el Abedul

Siempre pensé, hace años pienso, que cuando tuviera oportunidad me conseguiría una casa, con parque.
Para qué???
Jaja, ahora me doy cuenta que el único pensamiento que me llevaba a la conclusión de que me gustaría una casa, son las ganas inmensas que tengo por plantar unos cuantos árboles de diferente color y forma, combinados en paquete perfecto, o naturalmente imperfecto, que es como a mi me gusta más.

Me he imaginado mil veces la combinación, algunos son infaltables en el paquete... Porque están siempre en mi sueño. Como es el caso de mi Abedul.

Ja! lo loco es que recién ahora reflexiono qué es lo que me empuja a tener una casa... Los árboles, míos. Todo lo demás no es tan importante.

Bueno, me quiero ir de este departamento porque tiene poca luz, el segundo piso en la ciudad de Buenos Aires suele ser un lugar ruidoso y bastante oscuro (para mi gusto), por la sombra de otros edificios. Además realmente cumplió su misión, nos albergó a todos 6 años, la vez que más años permanecí en el mismo lugar (...)

Como cuando se ha leído todo en una hoja de un libro, y releído varias veces, es momento de darle la vuelta y seguir leyendo la que sigue. Es inevitable.

Y en eso estoy..., ya tengo cuadernos llenos de avisos de diario, con una búsqueda que va a ser realmente difícil, porque dónde consigo un parque!!!!

Jajaja! Como me va a llevar tiempo, entre tanto.. qué me impide comprarme mi propio Abedul?!!! Nada, he dicho.