sábado, 30 de marzo de 2013

sábado, 9 de marzo de 2013

Retrato de mi misma

Retrato de mi misma
           realizado por Velio Spano en el Taller de Escritura de Gisela Galimi - 2013


De chica caminaba con el mentón pegado al pecho, la mirada hacia el suelo y las manos en los bolsillos. Soplaba fuerte el viento en la Patagonia y, aunque sabía que no era lo correcto, pocas veces iba con la cabeza cubierta. El aire frío alteraba mis rulos, y las ráfagas arremolinadas me obligaban a andar con determinación. Determinación vasca, idéntica a la que tenía mi abuela cuando, a esa misma edad, miraba con los ojos entrecerrados el Cantábrico en invierno.


El océano fue un compañero de mi infancia. Primero, en Río Gallegos; después, en Mar del Plata. Miraba en verano como el cielo se fundía en el horizonte, y me guardé ese azul profundo en mis ojos. De noche, el inmenso firmamento estrellado fue el espacio que me abrió la imaginación para navegar en mis primeros viajes de ciencia ficción.

No sé si pasaron rápido esos años, pero sí intensamente. Conocí a mis padres juntos, pero los reconocí separados más tarde. Y así, quizás, los quise mejor. Fui muy pegada a mi madre, con quien viví hasta que, de grande, me independicé. Y seguí ligada a mi padre a través de unos hermosos, cariñosos, esperados tés en un bar de Mar del Plata.

Crecí con audacia. Dejé el mar, los puertos y los horizontes infinitos para llegar a Buenos Aires. Estudié, me mudé, me casé, tuve hijos. Me divorcié, me volví a casar, me divorcié de nuevo. Hice y deshice. Más que determinada, quizás, cabeza dura. Los vascos son cabeza dura.

Me gusta la vida, los viajes y bailar flamenco. Disfruto de tomar cerveza y saborear un buen vino. Defiendo la libertad, las playas públicas y trabajar de manera independiente. Me encanta dormir a la intemperie, acurrucada sólo por las estrellas de una noche diáfana.

Cuando escribo, vuelo. Invento sin límites. Ni siquiera imagino otro mundo, directamente lo creo. Un lugar que, si algún día existiera en el futuro, para entonces seguramente me parecerá arcaico.