Compartir, ayudar, acompañar
y de nuevo compartir.
Un pulso de adentro hacia afuera,
dar, entregar, abarcar, sostener.
De lo pequeño a lo más grande,
de los detalles al universo
de lo efímero a lo eterno.
Pero sobre todo de adentro hacia afuera.
Agradeciendo.
Compartir. Enseñar. Colaborar.
Querer ser invisible y sentirse observada
y el temor de no ser vista, enredados.
Sin padres que observaran los logros,
y puestos a escoger, solo quedó hacerlo cada vez mejor,
crecer, subir, hacerse gigante. Pero invisible.
Acostumbrarse a construir en soledad.
Acumular, luego mostrar y claro, compartir.
Compartir, porque sobra. Compartir, para mostrar.
Mostrar para descubrir,
y ser descubierta.
Mirame.
Es que la raíz no se ve en la superficie,
pero calladamente determina el paisaje.
Dar, ceder, entregar. Crecer.
Gigante. Quizas inabarcable. Seguro inalcanzable.
Incomprendida. Perdida y asustada.
Compartir por el propósito. Compartir por ayudar.
Compartir para estar acompañada.
Acompañando.
Todo tiene sentido
1 comentario:
Y.T.T.E.
Publicar un comentario