jueves, 25 de septiembre de 2008

La luz de las 10 de la mañana

Entro tarde a trabajar.

Y veo la ciudad con la luz de las 10 de la mañana, cosa que no me pasa nunca.
Pienso en todas las cosas que suceden mientras trabajo, y que me pierdo.
Increíble.

La sensación de pasar por un tubo o embudo diariamente, que hace los días iguales, cambia por la sensación de que hay cosas que deje de ver, aspectos que no supe descubrir, detalles que no supe interpretar. Cosas nuevas, distintas, prometedoras.

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