Indico al reloj nos despierte en números pares, coincidir en eso, tal vez
a diario te encuentro en mi mente después de soñarte esa noche también.
Te apoyo en corrida, deprisa, en tu nueva tarea en el lado en que estés.
Te toco, te beso, te pienso, en los 5 sentidos y aún no me ves.
Te aliso en las sábanas blancas, te ordeno en el mueble, te visto en el pie,
Te agrego en mi sal en la mesa, en mis cosas, mis plantas y
siempre recuerdo, tu esencia café.
Me envío mensajes que entiendo que hubieras querido hacerme saber,
detecto patrones a diario de lazos que nadie podrá resolver.
Te encuentro en pequeñas piedritas que en mi zapato se quieren volver,
las amo porque me recuerdan las ganas que tienes de verme también.
Enciendo un dragón en el fuego, y un fénix de nubes cada atardecer.
Tu apoyo me acuna y me salva, me abre las alas para lo que sé.
Emociono feliz los eventos que juntos por suerte pudimos hacer
y resuelvo los pasos que faltan, segura, lo sientes, lo siento también.
Te pienso en el cielo, en el agua, en el muelle que siempre quisimos tener,
y al menos 10 veces pregunto que cómo, que cuándo, que quién o por qué,
mas llena de lágrimas me alcanza tan solo una cosa: saber que estás bien.
Pongo tus versos en libros que planeo llenar con historias de bien,
y mi GRACIAS gigante te ayuda a pasar la distancia de soles, lo sé.
Te sueño, te busco, te alcanzo, te siento, te escucho, y valido otra vez,
tu apoyo y tu amor infinito y con un SI rabioso te digo, te afirmo,
te sé conectado conmigo también.